- Podemos pararnos un momento?
+ Te tengo que llevar a casa y llegas tarde.
- Para, te tengo que decir una cosa.
+ Y no puedes esperar a mañana?
- No, porque ahora tengo ganas de decírtelo.
+ Esta bien, paremos.
- Quiero decirte que me gustas.
+ Tu también me gustas eres muy buena amiga.
- No me entiendes, que me gustas, me gustas como le gustarías a una chica que te quiere besar.
+ Vamos anda estas borracha y estas diciendo tonterías. A ti te gusta otro, me lo llevas diciendo mucho tiempo.
- No estoy borracha si no, no te diría que cuando te decía que me gustaba otro, te estaba diciendo que me gustabas tú, cuando decía que deseaba besarlo estaba diciendo que quería besarte en ese mismo momento. No estoy borracha, estoy enamorada.
El tiempo gran amigo y enemigo, ese tiempo que nos llevo entender que los cuentos no existían, ese tiempo que tardamos en darnos cuenta que ya no éramos unos niños, tiempo que nos ayudo a curar las heridas del amor, del engaño. Ese gran amigo que nos ayuda a pasar pagina y eso es lo que ha pasado... tiempo y lo que seguirá pasando. Todo queda en un pasado, que nunca recuperaremos por mucho que lo ansiemos. El presente, ese mínimo tiempo, esa milésima de segundo es el único momento presente. Y el futuro: la incertidumbre, las ansias, las sorpresas, ese futuro que todos queremos conocer, pero la vida es rápida y sin pausa, para que lo quieres saber si tarde o temprano llegaras a ese momento y entonces será una gran sorpresa y quedara en tu memoria como un bonito recuerdo. Aprovechemos los segundos del presente para que no nos preocupemos del futuro.
